lunes, 13 de septiembre de 2010

En el diario de sesiones

           Remodelar la estructura del estado, para poder sobrevivir a esto.
Comenzar la mañana llendo al coche para ir al trabajo, o antes a comprar el pan para el desayuno, incluso cuando vas a llevar a los niños al colegio, ese trozo de acera, ese apartado para los peatones se ha convertido en un bien escaso, ya no nos queda, habrá que votar de las calles, algunas que hemos tenido que sufrir las remodelaciones durante meses, dichoso plan EÑe o como lo quieran llamar, ahora es cuando se empiezan a ver los resultados, gritemos un fuerte hurra, ya tenemos las calles adecentadas, los parques sin agujeros en el paso de alrrededor, las depauperadas entradas de algunos aparcamientos repuestas, si, si señores (y hay que decir también señoras), todo está como dirian los nuevos moradores de nuestra tierra : "relindo".  
    El basto problema nos sigue torpedeando, estos que nos molestaban en nuestras aceras y no nos dejaban pasar con el carrito del niño/a o había que rodearlos con el carro de la compra, incluso los omnipresentes y tiernos abuelitos que rodean en el mejor momento esta obra, dirigiendose al final del peligro siempre con temeraria lentitud, en todo este fín del problema subyace el latente olor a pudredumbre que genera el propio ser humano, los amos de los perros siguen siendo los mismos, no han terminado de quitar de las obras  las vallas aún goteando del liquido infecto que dejan los cánidos y ya tenemos las marcas de pisadas que han tenido mala suerte en aplastar un desagradable excremento que, ya no puedes huir de él, te acompaña hasta que tengas oportunidad de descalzarte y casi tirar el afectado, mala sensación que por desgracia ha sufrido este que escribe.
   Los dueños de los cánidos se defenderán ,como ya los he visto hacer, con dos sentencias firmes y que además consideran inamovibles, o se quejan igualmente de ¡"algunos dueños de los perros!" o lo que es peor, te lanzan improperios sobre "los derechos humanos de los perros", literalmente cierto, pobres imbéciles. Es por ello que quiero que para que todos lo tengan presente esté en el diario de sesiones.

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